viernes, 15 de enero de 2010

Y zurra y dale.

La tragedia de Haití es algo que revuelve las tripas a lo que ahora los periodistas les ha dado en llamar "sociedad civil" (¿será para distinguirla de la "militar"?), que es la única a la que se le revuelve todo porque es la única que tiene conciencia social y sufre el paro, la marginación, la exclusión y los palos de la "sociedad policial" cuando protesta.
No parece, sin embargo, que las tripas de las altas jerarquías eclesiales ni financieras ni bancarias se hayan visto afectadas lo más mínimo, de modo que parece que sea de agradecer que haya un sector de la población (perteneciente a la clase dirigente) que mantenga las tripas tranquilas así como impasible el ademán para poder sujetar bien el timón.
Munillas y Bolsas aparte, se nos sigue pidiendo solidaridad al pueblo trabajador que somos los únicos que la hacemos efectiva siempre. ¡Será por eso!
Judit Potemkin.

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