sábado, 20 de junio de 2009

Las ciegas hormigas, 1960. Ramiro Pinilla.


Ramiro Pinilla. Las ciegas hormigas. Escribe de forma bronca, hostil, como si no le preocupara no tener lectores sino que prefiriera espantarlos diciéndoles: "No estáis leyendo 'Mujercitas' ni 'El Código Da Vinci' o cualquier otra cosa fácil, ñoña o de moda". O más bien escribe como si sólo quisiera tener a aquellos lectores capaces de hacer el esfuerzo de estar a su altura.
Técnicamente escribe mejor que Pío Baroja, aunque tampoco es un escritor fácil ni agradable, sino premeditadamente despiadado. Se adentra en las situaciones poco a poco (con una economía literaria precisa y cortante) desde los propios puntos de vista de cada uno de los personajes que no se molestan en presentarse a sí mismos, sino que irrumpen con la toda la fuerza expresiva de sus pensamientos, describiendo las mismas escenas tal y como ellos las entienden (mientras avanza la trama) y van desvelando con asumida resignación (como si descorrieran una púdica sábana) todo el cúmulo de pequeños horrores que encierra la gris y dura vida cotidiana.
Me recuerda algo a los cuentos de Ignacio Aldecoa, que también me gustan mucho. Ya no se escribe así, por desgracia. No he leído aún sus últimas obras y por eso me aventuro a decir que hasta él mismo habrá cambiado aunque siga siendo un narrador sin concesiones a la comercialidad, pero si ha profundizado en sus propios trazos narrativos supongo que habrá
mejorado superando cierta ruralidad que le quedaba estrecha porque su obra debe aspirar a ser universal.
Judit Potemkin.

1 comentario:

  1. Ya no se escribe así. Es exáctamente lo que yo también he pensado al terminar hoy de leer este maravilloso y rudo libro.
    Me ha cautivado de tal forma que voy a leer la famosa trilogía de Pinilla; verdes valles, colinas rojas.

    ResponderEliminar