
En principio, parece bien (salvo por los muertos) lo de estas revoluciones árabes tan caóticas e inconcretas, aparentemente espontáneas, pero no sé por qué no terminan de convencerme aunque me alegre la huida de los dictadores (antes sostenidos por Occidente) y su derrocamiento. En fin, no sé, no sé, no me fío demasiado.
Judit Potemkin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario